La banca siempre gana, y es bien cierto.
A pesar de vivir en un pueblo, los bancos de la villa ya viven con la mentalidad de Londres, Tokio o Nueva York.
Me he quedado de piedra cuando me han indicado que pidiera cita para que me pusieran un sello en un documento de presentación a un organismo público, sin ninguna pregunta, como si era algo urgente o sin ningún otro tipo de consideración.
Me pregunto si no tendrían que proyectarles la película de Mary Poppins para hacerles ver que no solo es ganar dinero.